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La reforma se inició en el año 2012 y se ejecutó en cuatro fases diferentes: torre alta del edificio, torre baja, solárium con salida al mar y, finalmente, la fachada. “La envolvente, para la que se ha utilizado el material Trespa Meteon que ofrece Trespa, ha sido la culminación de un proyecto en el que ha primado la calidad y la estética. Se decidió apostar por este producto porque nos ofrecía un valor añadido y un cambio radical al edificio mediante una inversión económica controlada. Era el plus de calidad que la cadena necesitaba”, destaca Basora.
La amplia gama de colores, acabados y texturas, así como su calidad y garantía de producto de diez años, fueron el argumento principal de Meliá para apostar por Trespa Meteon. El arquitecto, Álvaro Sans, participó en la toma de decisión del fabricante: “Además de la infinidad de tonos y colores, nos convenció la facilidad de fijación. Es una forma de trabajo muy limpia en la que no molestas a la gente, incluso con el hotel abierto. El resultado ha sido muy satisfactorio”.
El hotel es una construcción de grandes dimensiones a pie de playa, típica de los años sesenta en la isla de Mallorca. La piedra de marés de Santanyí, abundante en la arquitectura tradicional balear, cubre el exterior del edificio. Se trata de una arenisca porosa con gran capacidad de absorción de agua que se encuentra muy deteriorada por el paso del tiempo. “Demoler toda la fachada era algo carísimo, por lo que la solución de Trespa nos permitió crear una nueva sobre la piedra original, que la aísla térmicamente y que le proporciona un aspecto totalmente diferente”, analiza Sans.
MIMETIZADO CON EL ENTORNO
Hicieron falta 5.000 m2 de paneles del color Metallics Aluminium Grey, en acabado Rock, y del color Wood Decors French Walnut, en acabado Matt, para crear un hotel nuevo mediante una fachada nueva. “Hemos conseguido meter un edificio del siglo pasado en este siglo gracias a la fachada. Para ello, utilizamos dos texturas muy diferentes: el acabado en aluminio metalizado nos permitió darle la sensación de construcción contemporánea y moderna, mientras que el de madera sirvió para dar la sensación de playa y ecología. Mezclamos la vanguardia con los materiales naturales, suaves y agradables”, explica. El resultado es una fachada moderna y sofisticada perfectamente integrada con el entorno, que respeta la cultura local.
Los resultados del diseño animaron al equipo del proyecto a ampliar su alcance durante el transcurso de la obra. Se añadieron dos fachadas laterales cuya rehabilitación no estaba prevista –aún teniendo el hotel ya abierto- y se aprovechó la diferente tonalidad que ofrecen las placas Trespa Meteon Metallics según la orientación de las mismas y la luz solar. “Trespa, además de fabricar y suministrar, vigila la ejecución de la obra. Dispone de una asombrosa variedad de colores y al cambiar el sentido de las placas Metallics su tono también cambia con el sol”, explica Manuel Rosado, al frente de Bricerpe, empresa encargada de la instalación de la fachada.
Además de mejorar la estética, la nueva fachada ventilada podría facilitar el ahorro energético. Las placas tienen una alta resistencia a la intemperie. “Pueden limpiarse sin la necesidad de utilizar productos especiales y requieren muy poco mantenimiento, algo sumamente importante en un hotel de temporada, como el ME Mallorca”, analiza su director, Raúl Palomo.
