En entornos naturales el terreno y las plantas absorben la mayor parte del agua de las precipitaciones. Sin embargo cuando edificios y calles cubren casi toda la superficie, el agua de lluvia acaba en los sistemas de drenaje colectivo y, por desgracia, cada vez con mayor frecuencia, los colapsa. El aumento de las precipitaciones torrenciales e inundaciones de forma localizada y el descenso de la capa freática son indicadores claros de que la ecología del ciclo del agua se ha visto gravemente menoscabada como resultado del cambio climático y de la menor permeabilidad de las superficies del suelo.
Aquí es donde las cubiertas verdes entran en juego, proporcionando espacios verdes adicionales en áreas urbanas densamente pobladas como elemento que permite aumentar y mejorar la calidad del agua recogida. Cada cubierta verde retiene y almacena una cierta cantidad de agua de lluvia y posteriormente permite su evacuación retardada o su evaporación, protegiendo del sobre uso los sistemas de alcantarillado, al mismo tiempo, que mejora su eficacia.
Eso es lo que hace el nuevo sistema Regulador de cargas pluviales de Zinco; gestiona el agua de lluvia captada en las cubiertas verdes, imitando el efecto del suelo natural y equilibrando de manera eficiente los picos de precipitación. El principal beneficio que se consigue con esto es que es posible evacuar las aguas pluviales retenidas a una cisterna o a otros sistemas de recuperación para su almacenamiento y su posterior reutilización inteligente.
Cada vez con mayor frecuencia, muchas ciudades integran las cubiertas verdes en sus planes de gestión municipal como un elemento esencial por sus múltiples beneficios, pero también para realizar una gestión más eficiente del agua de lluvia. Cada una individualmente, por lo tanto, contribuye al alivio de la red de alcantarillado público. Por ejemplo, una cubierta verde extensiva estándar puede retener entre 20 y 40 l/m² de agua y una cubierta verde intensiva puede almacenar entre 50 y 100 l/m², o incluso más. De cara al riesgo de inundación, debe almacenar tanta agua como le sea posible, hasta un límite. De lo contrario, el exceso de líquido disponible para las plantas puede dar lugar a una transformación de la vegetación y, por lo tanto, a un mayor mantenimiento y cuidado; puede incluso llegar a ahogar y pudrir la raíz de la vegetación. Por esta razón, Zinco ha desarrollado la nueva Cubierta reguladora de cargas pluviales en dos partes diferenciadas: el volumen de retención y el sistema de cubierta verde.
En ella, se emplea un elemento espaciador denominado ‘regulador de cargas pluviales’ situado bajo el sistema de cubierta verde. Su altura puede variar, según sea necesario. Por ejemplo, un regulador de 10 cm de altura permite el almacenamiento de unos 80 l/m² de lluvia, en una cubierta plana de 0° con la capacidad de carga requerida. Durante un período predefinido de tiempo (entre 24 h y unos pocos días), el agua de lluvia retenida se evacua paulatinamente a través de una válvula reguladora insertada en el sumidero al sistema de evacuación de aguas de la cubierta.
Con el fin de asegurar que estas partes continúan trabajando perfectamente, el sumidero y la válvula reguladora se encuentran, para su protección, en el interior de la caja registrable, donde sus laterales ranurados impiden que entren partículas extrañas. El sistema de cubierta verde situado sobre el regulador de aguas pluviales incluye todos los elementos que se requieren para su buen funcionamiento. Por ejemplo, el equilibro agua/aire en la zona de las raíces, drenaje y almacenamiento de agua para las plantas, etc. Una cubierta verde intensiva, naturalmente, requiere un mayor nivel de agua que una extensiva que tiene vegetación resistente a la sequía. Cada sistema, por lo tanto, se adapta a la vegetación escogida. Prácticamente son posibles todos los tipos de cubierta vegetal y puede utilizarse, incluso, para la creación de vías y caminos de acceso. El desarrollo de cubierta reguladora de cargas pluviales en dos partes diferenciadas permite que se almacene una gran cantidad de agua, independientemente del nivel de agua requerida para el buen funcionamiento de la cubierta verde y sin ningún riesgo de transformación vegetal o pudrición de sus raíces.