Hacia la seguridad por la cualificación

Numerosas asociaciones de consumidores y organizaciones sociales han reclamado al Ministerio de Fomento que la regulación contra incendios en las fachadas mejore la seguridad y se aborde del lado de la protección de los residentes. En un sector como el de la construcción, este aspecto debe estar presente tanto en el propio trabajo, como en el resultado del mismo, atendiendo a cuestiones profesionales y técnicas, para lo
que es imprescindible, además de una muy seria concienciación, una formación adecuada a los tiempos actuales. Hoy en día, y siempre según estas asociaciones, más del 80% de los inmuebles usan en
las fachadas materiales y soluciones combustibles y peligrosas. “Este riesgo se incrementa teniendo en cuenta que el 93% del parque de viviendas es susceptible de ser rehabilitado térmicamente, ya que se construyó
antes de la entrada en vigor del CTE”, denuncian. No en vano, y en esta misma línea, uno de los puntos que han de cumplir las empresas instaladoras y mantenedoras una vez finalizado el plazo de adaptación del RIPCI es que deberán contar dentro del personal contratado, como mínimo, con un operario cualificado para cada uno de los sistemas para los que están habilitadas. En pleno siglo XXI no podemos seguir viendo el sector como una oportunidad para quien no encuentra opciones laborales en otros ámbitos. Se ha de contar con
personal bien preparado y moderno que realice su trabajo con pasión, interés y sobrados conocimientos. Ello redundará en la seguridad, tanto en el trabajo como en el producto trabajado.