Tras conocerse estas cifras, Cataluña y Andalucía han sido dos de los primeros territorios en tomar cartas en el asunto. En el caso de la primera, la Generalitat ha anunciado la creación de un impuesto para gravar los pisos vacíos de la banca y los promotores con el fin de incentivar el alquiler. Se calcula que en esta comunidad existen cerca de 450.000 casas desocupadas, de las que 80.000 no han sido todavía ni estrenadas.
En el caso de Andalucía, la Junta ya ha aprobado un decreto sobre la función social de la vivienda, con medidas como la expropiación temporal por un plazo de tres años del uso de las viviendas “en inminencia” de desahucio y sanciones de hasta 9.000 euros a bancos e inmobiliarias que no alquilen las viviendas vacías, si estas ya llevan más de seis meses sin habitar.
El análisis de Fomento aporta otras conclusiones, el censo inmobiliario se mueve en las mismas cifras que una década atrás, con un 15% de hogares desocupados. Si bien es cierto que esta similitud en porcentajes puede llevar a engaño. En la ecuación también hay que incluir que el número de inmuebles construidos en estos diez años se ha multiplicado exponencialmente. Así, la época de bonanza y despegue del mercado de la vivienda ha llevado a contabilizar en la actualidad cinco millones más. De hecho, las cifras que aportan los últimos estudios indican que existe un censo de 26 millones de inmuebles, lo que supone 4.9 más que en 2001 (una crecida del 23,7%).
5 MILLONES MÁS
Este estudio también hace referencia al crecimiento de la población y concluye que en estos últimos años se ha construido prácticamente una casa por cada nuevo habitante (5 millones de casas por 5,9 millones de personas registradas en el territorio español). Respecto a los mayores incrementos por ubicación, cabe señalar que los más notorios se dieron en el área costera del Mediterráneo y en la comunidad de Castilla-La Mancha. En el otro lado de la balanza, Euskadi fue el territorio con menor creación de nueva vivienda.