Dentro de las malas noticias que cada día asoman a las portadas de los periódicos, existe hueco para la esperanza. La nueva Ley de Rehabilitación de la Vivienda, puesta en marcha hace unas semanas por el Gobierno, prevé crear hasta 2020 unos 130.000 puestos de trabajo. Una cifra nada despreciable y que la calculan por la movilización de 260.000 millones de euros en inversiones hasta 2050, lo que generaría la creación de estos 130.000 puestos de trabajo en los primeros siete años, otros 170.000 hasta 2030 y la conservación de 120.000 hasta el final de esta ambiciosa actuación. Todo un revulsivo para este sector que prevé que cada millón de euros invertido en renovación de viviendas genera hasta 18 nuevos empleos, que suben hasta 54 en el caso de la inversión pública. Unas cifras que aporta el grupo de trabajo sobre rehabilitación que ha participado para elaborar la mencionada ley. Además del empuje al empleo en un sector especialmente “tocado” por la crisis, esta ley también servirá para el ahorro energético. Destinando dos tercios de cada 24.000 euros invertidos a mejoras energéticas se pueden lograr grandes descuentos a la larga en las facturas de la luz y gas. Así, las inversiones se recuperarían en el mismo plazo, hasta 2050, gracias a los ahorros energéticos y de emisiones, ya que según un estudio de este mismo grupo de trabajo, se podría reducir el consumo de calefacción al 80% y, en general, el consumo doméstico de energía hasta el 16%. Con la instalación de plazas solares, se podría cubrir hasta el 60% de este consumo global.