El aumento del peso en la edificación se dirige a la edificación no residencial que pasa del 20% en 2012 al 22% en 2013, mientras que el consumo dirigido a la edificación residencial se mantiene en el 20%.
Dentro de la edificación no residencial, y con las cifras obtenidas hasta el primer trimestre de 2013, el 42% del cemento se usa para la construcción de instalaciones de turismo, recreo, deporte y transportes; le siguen con el 24% las instalaciones para servicios comerciales y almacenes; con un 18% las instalaciones de uso agrario, ganadero e industrial y, finalmente, con un 16% las oficinas y edificios colectivos.
En el caso de la obra civil, las carreteras y viales representan el 21% del consumo; las obras ferroviarias el 14%; los puertos, muelles y diques el 9%; las obras de urbanización, plazas y parques el 12%; las obras de presas, embalses y pantanos no alcanza el 1%; las canalizaciones el 21% y las otras obras civiles el 23%.
CONSUMO POR TIPO DE OBRA
Analizando la evolución trimestral del consumo de cemento gris nacional en función de su destino final, debe destacarse el importante descenso que viene produciéndose en el consumo de cemento destinado a la obra civil. A lo largo de los últimos tres años el descenso del consumo de cemento ha sido intenso y prolongado. En el momento actual las cifras de consumo se sitúan por debajo del 50% de lo que se consumía en el año 2010.
En cuanto a la edificación en su conjunto, también continua reduciéndose pero de manera algo más suave. Desagregando la edificación, el consumo de cemento para la construcción de vivienda ha experimentado una caída mayor que el de edificación no residencial: ha pasado de 960.000 toneladas en el cuarto trimestre de 2010 a las 525.000 del primer trimestre de 2013. Mientras que, el consumo de cemento en edificación no residencial actualmente se sitúa en 565.000 toneladas frente a las 820.000 del cuarto trimestre de 2010.