En el punto de partida de su exposición, la Secretaria General de Afelma, Mónica Herranz, se refirió a la insuficiencia de la normativa térmica española (CTE-DB HE1) que comparó con la norma francesa en las zonas fronterizas con España e idénticas climáticamente.
La insuficiencia de la normativa térmica española y sus consecuencias
La comparación demuestra que los edificios en Francia son, por norma, un 45% más eficientes en la zona fronteriza atlántica y un 36% en la mediterránea. Este resultado se deja notar en la factura energética del país y de los usuarios, porque la dependencia energética española se eleva al 80%, frente al 50% de Francia y, además, el precio del petróleo ha pasado de los 64 $ estimados oficialmente en 2004 a más de 100 $ en los últimos años.
Por otra parte, Herranz subrayó que nuestra norma desaprovecha la ventaja del clima, ya que Madrid, con un invierno más benigno en más de un 40% que París o Londres, tiene un coste de calefacción sólo un 15% menor que estas dos ciudades (calculado a igual coste energético) y Sevilla, con un invierno un 22% más suave que el de Roma, presenta un coste de calefacción prácticamente idéntico.
La actualización del CTE debería servir para igualarnos a países de nuestro entorno en zonas climáticas idénticas, evitar el derroche energético, disminuir las emisiones de CO2 y la factura energética que paga España, sus hogares y empresas y mejorar la competitividad.
La rehabilitación: una opción inteligente. La necesidad de un Plan Nacional
La Secretaria General de Afelma continuó su exposición reclamando un decidido impulso a la rehabilitación, actividad estratégica energética y económicamente, como lo demuestra el paro en el sector y que el déficit energético se elevó en 5.000 millones en 2012, hasta situarse en los 45.000 millones de euros al año. En los 11 primeros meses de 2012, el coste de la importación de combustibles se incrementó en un 13%, ya que España importa menos por la crisis, pero es más caro.
En este capítulo recordó que el 93%de los 25 millones de viviendas han sido construidas antes de la entrada en vigor del CTE, única norma que recoge exigencias dignas de tal nombre.
La representante de Afelma, basándose en cifras oficiales, defendió la rehabilitación de edificios como la opción más inteligente a la hora de invertir. Así se constata con el examen de todas las medidas de eficiencia contenidas en el E4 (Plan de Acción para el Ahorro y Eficiencia Energética en la Edificación 2008-2012), según el cual la mejora de la envolvente representa 10 euros de ayuda pública por cada TEP ahorrada a lo largo de la vida útil, frente a los 109 € en electrodomésticos, 26 € en iluminación o 39 € en instalaciones. Esto supone un coste fácilmente amortizable dado todo el beneficio que aporta la medida a lo largo de la vida útil de la envolvente mejorada: 18,1 millones de TEP y 65,4 millones de toneladas de CO2.
En términos económicos, esta reducción de TEP corresponde a 130,6 millones barriles de petróleo, por lo que las actuaciones sobre la envolvente representan un ahorro de 9,8 miles de millones de euros, a los que hay que agregar 948 millones derivados del ahorro en toneladas de CO2.
La representante de Afelma destacó que desde hace ya algunos años la asociación reclama un “Plan Nacional de Rehabilitación” que, coordinado por el Gobierno, aúne los esfuerzos públicos y privados.
El Plan debe responder a criterios de transparencia en las ayudas públicas de las distintas administraciones y organismos públicos; condicionar la recepción de ayudas o desgravaciones la mejora de la eficiencia energética (adoptando las exigencias del CTE) e incorporar a las entidades financieras al mismo para la concesión de créditos a un interés preferente. Además, según Herranz, la financiación pública o privada debe ser accesible a bloques de edificios o zonas determinadas, pero también a viviendas unifamiliares, ya que los 5,1 millones de viviendas unifamiliares del parque español consumen, según el estudio del Idae, 184.000 TJ, es decir, un 70% más que los 12,1 millones de viviendas en bloque (109.000 TJ).
Entre las medidas abogó por impulsar programas de sensibilización y formación de los ciudadanos sobre la importancia de la rehabilitación térmica de los edificios, sin olvidar la importancia que tiene la rehabilitación acústica en un país donde las quejas por ruidos son constantes.
Finalizó la reflexión sobre este capítulo señalando que derrochar energía es un lujo que no nos podemos permitir, sea cual sea el origen de esa energía.
La inteligencia de conocer los materiales. Las propiedades de las Lanas Minerales
La Secretaria General de Afelma concluyó su exposición reseñando la importancia de que los profesionales tengan un conocimiento profundo sobre los materiales y sus propiedades, entre ellos las Lanas Minerales. Respecto a ellas destacó que provienen de arena o roca (según sea lana de vidrio o lana de roca), es decir, provienen de recursos más que abundantes en la naturaleza.
Refiriéndose a sus propiedades, indicó que proporcionan ahorro de energía mediante el aislamiento térmico, combaten el ruido y protegen contra el fuego al ser incombustibles, por lo que con un mismo producto se obtienen a la vez tres prestaciones.
Por último, la representante de Afelma manifestó que para verificar la sostenibilidad de sus productos, los fabricantes de lanas minerales han realizado el Análisis de Ciclo de Vida y su correspondiente Declaración Ambiental de productos, para lo que evalúan todos los impactos, positivos y negativos, sobre el medio ambiente, “de la cuna a la tumba”, es decir, desde la extracción de las materias primas, pasando por la etapa de fabricación, transporte y uso, hasta la demolición del edificio.