Sus objetivos son ambiciosos y quiere reducir en los próximos años un 70% este tipo de residuos mediante el reciclaje y la reutilización de los materiales sobrantes de obras y demoliciones.
Concretamente, el proyecto Ircow –liderado por Tecnalia-Construcción y el apoyo de la sociedad pública del Gobierno Vasco, Ihobe, y el que la firma Knauf está colaborando– analiza las posibilidades innovadoras de reciclar los RCDs y, en especial, los remanentes de yeso, gracias a las tecnologías avanzadas de separación y de posibles procesos para su valorización final.
Knauf lleva años trabajando en cerrar por completo el ciclo de vida de las placas de yeso laminadas (PYL). En la fábrica que la compañía tiene en Escuzar (Granada) se han comenzado a recibir los primeros residuos de construcción y demolición (RCD) y a fabricar nuevas placas de yeso con una parte de este material reciclado.
En la actualidad se están estudiando posibles usos para estas nuevas placas. Otro de los promotores del oroyecto Ircow, Acciona, ha sido el encargado de utilizar parte de esta producción para emplearlas en el proyecto de rehabilitación de la Prisión Provincial de Teruel, cuyas obras de ampliación se están ejecutando.
El proyecto Ircow ha demostrado claramente la viabilidad técnica del reciclado del yeso. El objetivo es que mediante técnicas de espectofometría (NIR), similar a la técnica con la que se trabaja en fábricas como la de Escuzar, se pueda separar el yeso que viene mezclado con los residuos de la construcción.
Este material se puede reciclar, una y otra vez, sin reducir sus prestaciones, lo que lo convierte en uno de los productos de construcción más sostenibles. En Europa se instalan anualmente más de 1.600 millones de metros cuadrados de placa de yeso en interiores, por lo que las posibilidades de reciclaje y reutilización contribuirán de forma muy importante a la sostenibilidad en la edificación y la reducción de emisiones contaminantes.