La cátedra centrará su actividad en tres líneas de trabajo. Por un lado, el diseño y desarrollo de un dispositivo de fabricación aditiva que permita ´construir´ mediante la impresión 3D con el uso de materiales innovadores, incluyendo materiales reciclados. Por otro, la caracterización de estos materiales a utilizar en la fabricación a través del dispositivo diseñado. Y, por último, el diseño e implementación del software de control que dirigirá esta unidad.
Todo ello hará posible el desarrollo y la innovación de esta tecnología de fabricación aditiva a partir de herramientas inteligentes y de gran tamaño que automatizarán procesos. Esta tecnología está llamada a revolucionar el sector 3D. Además, su versatilidad la hace idónea en distintos sectores: diseño arquitectónico, sector naval, aeronáutico/aeroespacial, automoción y plataformas offshore; y para infinidad de aplicaciones: prototipos, preseries, componentes, producto final, producto de ensayo, reparación y mantenimiento o ingeniería inversa.
La impresión 3D se posiciona como una de las tecnologías de mayor potencial innovador dentro del sector de las infraestructuras y de los procesos productivos, avalada por informes de vigilancia tecnológica como el presentado por el Massachusetts Institute of Technology (MIT), así como por exposiciones internacionales como el International Consumer Electronics Show celebrado recientemente en Las Vegas. Las previsiones de informes internacionales del sector industrial, como el Wohlers Report, prevén un crecimiento de 4.000 millones para 2015 y 8.000 millones para 2019.
Con la creación de esta cátedra, se abren nuevas posibilidades científicas y tecnológicas. Los últimos avances en fabricación aditiva han conseguido superar retos que se traducen en grandes mejoras, tanto para lograr diseños innovadores, como para rentabilizar procesos productivos: reducción de peso, mejora de la calidad y resistencia o reducción de costes y tiempos de producción.