Las conclusiones del estudio indican que la medición individual de calefacción implicaría una reducción de 224€ de ahorro por familia española media y la disminución de un total de 2,4 millones de toneladas de CO2 al año, según ista.
Para realizar este primer informe ha sido necesario comparar dos temporadas de calefacción consecutivas –invierno de 2011-2012 y 2012-2013– en una muestra de 8 edificios situados en la zona climática D3 –Madrid, Albacete– entre las que se han registrado casos de mejora de la eficiencia de 39,3% a partir de la implantación de repartidores de costes. Otra de las conclusiones del estudio es la importancia de la fuente de energía en el sistema de calefacción.
Según la Universidad de Alcalá, el cambio del sistema de calderas de gasóleo por gas natural supone un ahorro energético del 22,9%.
El informe explica que las necesidades de consumo energético han crecido debido al aumento de consumo por persona y al propio crecimiento de la población. La calefacción supone el 49,2% del consumo doméstico en energía, es decir, la mitad de la energía que gastan las familias españolas se emplea en calentar sus viviendas.
En este sentido, la Unión Europea ha desarrollado en el marco de los objetivos 2020 la Directiva Europea de Eficiencia Energética (2012/27/UE), que se transpondrá de forma efectiva a la legislación española en el mes de junio. Esta directiva obliga a todos los países comunitarios a desarrollar medidas para garantizar que todos los edificios con calefacción central dispongan de dispositivos de medición individuales, calorímetros en los radiadores o repartidores de costes de calor o contadores individuales de calefacción antes del 31 de diciembre de 2016.
El informe confirma que, de entre las medidas orientadas a ahorrar energía en las instalaciones de calefacción centralizada, el uso de repartidores de costes es la más eficiente, seguida de la disminución de la temperatura ambiental de la vivienda en un 1 ºC, el cambio de quemador, la mejora de la envolvente del edificio y el cambio de caldera.
España cuenta con un millón doscientos mil hogares que cuentan con un sistema de calefacción centralizada y que pueden instalar medidores individuales de calefacción para, de este modo, dejar de medir sus consumos en función de coeficientes como, por ejemplo, los metros cuadrados de la vivienda. En otros países europeos como Alemania, Bélgica o Dinamarca disponen de sistemas de reparto de costes de calefacción central en 30 millones de viviendas desde hace más de cien años, lo que supone un total de 150 millones de dispositivos instalados.