El índice Tinsa IMIE General y Grandes Mercados, publicado a mediados de octubre, registró en septiembre una caída del 4,2% respecto a septiembre de 2013, para situarse en 1.332 puntos. El descenso es una décima más moderado que el dato de agosto. El ajuste del precio medio de la vivienda en España desde el punto máximo del ciclo es del 41,7%.
El índice Tinsa IMIE recoge la variación del valor del m² de un inmueble cada mes y su nivel respecto al año 2001 (base 1.000). Los datos numéricos (puntos) corresponden al valor del índice, no representan el precio por metro cuadrado de las viviendas. Los 1.332 puntos en los que se situó el índice General en septiembre se aproximan a los niveles valores de junio de 2003.
Las “Áreas Metropolitanas” (poblaciones en torno a las grandes ciudades) volvieron a destacar en septiembre como el grupo que registró un mejor comportamiento en precios, con una caída de solo un 0,8%. En el extremo contrario, los municipios más pequeños no englobados en el resto de áreas analizadas en la estadística intensificaron su caída en el noveno mes del año. Los precios en este grupo “Resto de Municipios” se redujeron un 9,2% en tasa interanual. Habrá que esperar a la evolución del próximo trimestre para ver si este dato, que supone una desviación importante respecto a la tendencia de los últimos meses, responde a causas coyunturales o indica un cierto retroceso en el ritmo de estabilización de la zona.
El litoral español se mantuvo en la línea de moderación de las caídas. La “Costa Mediterránea” redujo sus precios en septiembre un 2,9% en tasa interanual, por debajo del 3,5% de caída registrada en “Baleares y Canarias”. Las “Capitales y Grandes Ciudades” se situaron en un punto intermedio, con un descenso del 3,2% respecto a un año antes.
La caída en los nueve meses transcurridos entre diciembre de 2013 y septiembre de 2014 es del 3,8%, frente al 8,8% registrado en esos nueve meses del año anterior. Sin embargo, desde el verano han surgido ciertas incertidumbres (estancamiento de países receptores de las exportaciones españolas y tasas de inflación negativas, entre ellos) que rebajan el optimismo del primer semestre respecto a la intensidad de la recuperación económica. Si ésta es más débil de lo previsto, no puede descartarse una intensificación del ajuste en los precios inmobiliarios, muy vinculados a la evolución del mercado laboral y a las expectativas económicas.