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Según DBK, filial de Informa D&B (Grupo CESCE), el mercado inmobiliario español siguió viéndose penalizado en 2013 por la desfavorable coyuntura económica y la paralización de la demanda residencial, en un contexto caracterizado por el exceso de oferta existente y la persistencia de las dificultades de acceso a financiación. Por su parte, en la primera mitad de 2014 los principales indicadores del sector han mostrado una ligera mejora con respecto a los ejercicios anteriores o, al menos, un comportamiento menos negativo.
El número de transacciones de viviendas nuevas registró un descenso del 52% en 2013. En cambio, en el primer semestre de 2014 se observó una reactivación, con un incremento del 15,1% con respecto al mismo período del año anterior.
No obstante, el valor de la producción de la construcción residencial retrocederá todavía alrededor de un 5% al cierre del ejercicio en curso, registrándose nuevos descensos tanto en el número de viviendas iniciadas como en el de terminadas.
Respecto al mercado no residencial, en los primeros meses de 2014 se registró una moderada recuperación de la demanda, si bien los precios no experimentaron cambios significativos. Los visados de obra nueva para uso no residencial realizados en 2013 experimentaron un descenso del 14% en términos de superficie, caída que se ha acentuado en los primeros meses del presente año. En este marco, se espera un nuevo descenso de la construcción de edificios no residenciales, de forma que el valor de la producción en este segmento podría reducirse alrededor de un 4% en el ejercicio 2014.
En los últimos años la adquisición de activos inmobiliarios por parte de extranjeros ha mostrado un comportamiento muy dinámico. La inversión extranjera en inmuebles se cifró en 2013 en 6.453 millones de euros, un 16% más que la cifra contabilizada el ejercicio 2012.
Compra de activos
Se espera que el todavía elevado endeudamiento de las sociedades inmobiliarias, la falta de liquidez y los atractivos precios continúen favoreciendo la compra de activos por parte de inversores extranjeros. En este sentido, en los próximos meses el volumen de operaciones de particulares se mantendrá en niveles bajos, mientras que seguirán realizándose importantes operaciones de venta de paquetes y grandes inmuebles. Así, se espera un aumento adicional de la inversión extranjera en el sector inmobiliario español, estimándose que al cierre de 2014 superará los 7.000 millones de euros, duplicando la cifra contabilizada en 2009.
La estructura de la oferta del sector sigue caracterizándose por un alto grado de fragmentación, dado el gran número de pequeñas empresas que operan en el sector, las cuales conviven junto con un reducido número de compañías de gran dimensión. En los últimos años se han incorporado al mercado nuevas tipologías de operadores, algunos de ellos ligados al sector financiero.
Las diez primeras empresas del sector en términos de facturación en 2013 registraron ingresos por valor de 5.242 millones de euros en ese año, mientras que los grupos de las veinte y treinta primeras compañías alcanzaron unos ingresos conjuntos de 6.857 millones de euros y 7.413 millones, respectivamente.
