El 80% del suelo se destinará a infraestructuras públicas, con más de 566.000 m2 de espacios. Además, el 25% del suelo permanecerá destinado a usos exclusivamente ferroviarios. El proyecto se pondrá en marcha inmediatamente con un horizonte para su desarrollo de 20 años.
Este proyecto, para cuyo diseño y planificación ha participado un equipo multidisciplinar con expertos en urbanismo, como el estudio de Richard Rogers y la ingeniería ARUP, se ejecutará por fases, cada una independiente de la siguiente. En este sentido, se han encargado informes a consultoras como CB Richard Ellis, Jones Lang Lasalle o Savills, para analizar, no solamente la realidad del mercado, sino sus previsiones.
Se ha dado una gran importancia a la aplicación de criterios de sostenibilidad, con una apuesta decidida por la movilidad en el transporte, tanto público como privado. Esta red de transporte constará de una cobertura de menos de 350 m. El proyecto se articula en torno a un innovador sistema de transporte de alta capacidad y un uso reducido del vehículo privado.
Adicionalmente, habrá una distancia máxima de 1 km hasta alguno de los intercambiadores existentes y proyectados de Plaza Castilla, Chamartín, CBD Norte, Fuencarral y Las Tablas.
Para la elaboración del plan se han estudiado y recogido lo mejor de algunas experiencias similares en ciudades como Nueva York, Londres, Ámsterdam y Hamburgo.