En la jornada se presentó la marca PEFC como herramienta de RSE que ayuda a mejorar el posicionamiento de los productos en unos mercados que, de manera creciente, están exigiendo garantías de sostenibilidad. Diferentes empresas españolas caracterizadas por sus modelos de negocio sostenibles participaron en la jornada.
Ana Belén Noriega, Secretaria General de PEFC España, moderó la jornada y señaló que las empresas del sector de la madera, a pesar de la crisis, no han abandonado su compromiso con la sostenibilidad forestal. Asimismo, ofreció las cifras de certificación PEFC en España: 1.812.000 hectáreas de bosques certificados distribuidas en 12 comunidades autónomas, que supone el 95% de la superficie certificada en territorio nacional. Noriega también animó a las empresas a integrar la sostenibilidad en sus modelos de negocio, ya que las empresas certificadas se distinguen en el mercado frente a otras que no poseen certificaciones que garanticen el origen sostenible de sus productos.
Por otro lado, Marta Conde, Secretaria General de Maderia, apuntó que es imprescindible aplicar la Gestión Forestal Sostenible y que en la actualidad se ha vuelto a utilizar la madera en la construcción y rehabilitación como se hacía antes. Señaló además que a través de la investigación en la madera orientada hacia la innovación del producto por parte de empresas y centros tecnológicos, se está poniendo en manos de arquitectos y diseñadores soluciones en madera sostenibles y con huella de carbono mucho más baja que otros materiales de construcción.
También intervino Ramón Gabarró, Gerente de Gabarró Hermanos, para quien “es importantísimo gestionar el monte como un activo y sin duda la certificación forestal ayuda a potenciar la comercialización de la madera. Como empresa hacemos una búsqueda activa de madera certificada”. Añadió que la madera local es mucho más sostenible debido a su bajo huella de carbono y además contribuye al desarrollo rural.
En su intervención, Mauricio Inglada, Director General de L´Antic Colonial del Grupo Porcelanosa, comentó que en su modelo de negocio se preocupan por tener todas las certificaciones necesarias para sus productos y señaló que desde 2014, todas las maderas de su catálogo están certificadas con PEFC. Este compromiso forma parte de su RSC.
Según Ramón Prous, Director General Altave & Eco_Store Sustainable, las tiendas eco-eficientes son estructuras efímeras que hablan de los negocios y que deben mostrar y comunicar la certificación de sus productos a sus clientes, que cada vez están más concienciados con el medio ambiente. Concluyó añadiendo que los consumidores en la actualidad demandan productos sostenibles.
Al finalizar la jornada, PEFC España entregó a L´Antic Colonial el reconocimiento RER (Red de Entidades Responsables con la Sostenibilidad Forestal), que le acredita como entidad responsable con la sostenibilidad forestal. PEFC España agradece así la apuesta de la compañía por la producción y compra responsable de productos certificados. La entidad se integra en la Red puesta en marcha por PEFC para trabajar de forma conjunta en la aplicación de criterios de sostenibilidad en las compras verdes.
Los asistentes participaron activamente en la jornada con intervenciones que subrayaron la capacidad del sector forestal de ser generador de empleo y las posibilidades para el emprendimiento en la industria basada en la madera.
Fernando Salas, en el Foro de Arquitectura y Diseño de Cevisama
El interiorista Fernando salas ofreció el martes una ponencia en el Foro de Arquitectura y Diseño de Cevisama, titulada Alternativas. Diferentes formas de concebir un interior. El interiorista de origen sevillano he rememorado su concepción del espacio desde su niñez y ha destacado la vital importancia de la inspiración y su pasión natural por la observación de distintos elementos arquitectónicos.
Con más de 50 años en la profesión, Salas realizó sus primeros trabajos en el Mercat de Balmes. Según ha recordado, en los espacios de su niñez, en esos recuerdos en blanco y negro, uno empieza a tener conciencia de lo que son los espacios. En aquellos años (década de los 50), el interiorismo sólo tenía razón de ser en la medida que servía para soportar un producto pero no para seducir al consumidor de ese producto. Después, en los sesenta, el interiorismo se abre al color, a la música, a la actividad.
Tal como ha manifestado Fernando Salas, en el interiorismo el tiempo propone cambios pero fundamentalmente en los materiales, no en lo conceptual, en los usos ni en las formas. A su vez, ha afirmado que la inspiración es vital y que esta se puede encontrar en infinidad de sitios, como por ejemplo en los espacios abandonados, por los que siente verdadera fascinación. En ellos ha podido encontrar muchos casos en los que la dejadez y la ruina son un valor de primera magnitud: puentes, estaciones de tren abandonadas o imágenes de Chernobyl (ciudad fantasma que el tiempo y la tragedia han congelado), componen entornos maravillosos en los que puede brotar la inspiración.