Si analizamos los datos del año móvil, el incremento es de un 4,6%, superando levemente la barrera de los once millones de toneladas, con una variación absoluta de 485.178 toneladas.
“Aunque los datos comienzan a ser halagüeños, sabemos que aún queda mucho camino por recorrer, ya que estimamos que el horizonte de recuperación no se alcanzará hasta finales de la próxima década. No obstante, contamos con una importante variable a nuestro favor, como es la decidida apuesta de la industria cementera por la innovación. En nuestro país se fabrican 206 tipos diferentes de cemento, todos ellos certificados por los sellos de calidad más exigentes, lo que les confiere un valor competitivo diferencial”, afirma el director general de Oficemen, Aniceto Zaragoza. “Es el momento de aportar ventajas competitivas sostenibles en el tiempo que permitan no sólo aumentar los valores del consumo de cemento, sino aumentar la sostenibilidad como parte del compromiso del sector con la sociedad”, subraya Zaragoza.