En opinión de Molet, esta recuperación se está trasladando a los precios de la vivienda de segunda mano, que poco a poco van subiendo. “De aquí a finales de año, el precio podría incrementarse hasta alcanzar el 7%”. Si la tendencia se mantiene en el tiempo, Molet cree que en 2016 el precio podría subir el doble, hasta el 14%.
Esta más que previsible subida de precios estaría motiva, según explica el consultor, por varios factores. “Para empezar, partimos de unos precios muy bajos. No podemos olvidar que desde el segundo trimestre de 2008 y hasta el segundo trimestre de 2014, los precios no dejaron de caer. A esto hay que sumar la apertura del crédito inmobiliario y que hay una demanda embalsamada que espera desde hace años para comprar una vivienda. Además, los bancos no dan rentabilidad a los inversores, que buscan en la vivienda una forma de inversión de futuro”.
Por zonas, los precios subirán notablemente en los centros de las poblaciones, especialmente de las grandes ciudades. “En zonas con alto nivel adquisitivo, los precios seguirán subiendo, igual que el número de de transacciones. Pero donde se ha construido mucho los precios no subirán y no se venderá todo el stock existente.
“Hay zonas que tardarán muchos años en digerir el exceso de oferta. En el centro de las ciudades, donde no se ha construido mucho en los últimos 15 años, las ventas van mejor, como en las Islas Baleares, Galicia, Islas Canarias y Madrid. Pero donde se ha construido mucho, continúan mal, como en La Rioja, Castilla-La Mancha, Cantabria y Aragón. Aquí se necesitarán 3 o 4 años para digerir el exceso de oferta”.