El proyecto arquitectónico, diseñado por Betarq Group y propiedad de Valuiz Invest consta de 450 m² construidos y tiene un total de 6 apartamentos, de uno o dos dormitorios, con superficies de entre 50 y 70 m², distribuidos con dos viviendas por planta. “En estos apartamentos, tanto la calidez y el confort de la madera como su sostenibilidad se unen a un diseño funcional de lo más actual”, aseguran desde la empresa.
El inmueble esquinero, construido bajo criterios de construcción pasiva, sostenibilidad, ecología y máxima eficiencia energética, dispone del Certificado Verde del Green Building Council España, GBCe, “y obtiene un ahorro de más de un 80 % en calefacción y de más de un 70 % en impacto sobre el medio ambiente”, afirman, “en un edificio sostenible como éste, la elección de los materiales es determinante, tanto a nivel ambiental y ecológico como de salud para los habitantes del inmueble”.
Las carpinterías exteriores son de madera de iroko, con persianas orientables y replegablesy los suelos de las viviendas de la planta baja son de hormigón fratasado, lo que ofrece un cierto aire industrial y minimalista, mientras que los de las plantas superiores son de tarima industrial de madera de roble, aportando un plus de calidez a las estancias.
Los techos son de madera de abeto y los revestimientos de las paredes de la escalera son tableros OSB o de virutas orientadas, mientras que las paredes interiores son de paneles de yeso y fibra de celulosa procedente de papel reciclado.
“La propiedad y el arquitecto han decidido conservar la fachada de la planta baja, que data del año 1900, y ha dejado las paredes de esta planta con ladrillo y piedra sin revestir y tuberías a la vista, conservando todo su carácter bruto”, dicen desde Arquima.