El origen del Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Madrid se remonta al año 1902, cuando siete profesionales y varios estudiantes de la Escuela Superior de Artes e Industrias de Madrid decidieron crear la Sociedad Central de Aparejadores Titulares; pero no fue hasta 1940 cuando esta institución se convirtió en Colegio Profesional, integrándose junto al resto de Colegios Regionales en la Federación Nacional de Aparejadores, dentro de la Dirección General de Arquitectura.
75 años después el colegio ha celebrado su aniversario en el Teatro Apolo con la presencia de más de 600 colegiados, empleados y familiares. Los asistentes pudieron disfrutar de diversos números de acrobacias, un monólogo y la actuación de un coro de góspel. Aprovechando esta ocasión, se hizo entrega de los premios del concurso de fotografía organizado durante de verano y se realizó un homenaje al colegiado más veterano.
La recaudación total de las entradas, 2.500 euros, se entregará a ACNUR como ayuda para los refugiados.
Los retos del futuro de los aparejadores
También hubo tiempo para hablar de los avances de los aparejadores y el futuro del sector. "La crisis económica que ha azotado con fuerza nuestro país desde el año 2007 ha constituido una oportunidad de demostrar al sector de la edificación el carácter multitarea del aparejador, que ha sabido adaptarse a la nueva situación social gracias a su formación polivalente en ámbitos como la eficiencia energética, la seguridad en las obras, la mediación de la construcción o la gestión del patrimonio", se felicitan desde la institución. En esta línea, el colegio "ofrece diferentes servicios que ayuden a todos los colegiados entre los que se incluyen nuevos programas formativos y nuevas asesorías".
Historia del Colegio de Aparejadores de Madrid
Aunque las primeras referencias a los aparejadores datan del siglo XV, no fue hasta 1935 cuando el Decreto de Atribuciones comenzó a reconocer su labor, estableciéndose desde entonces como obligatoria la participación de dichos profesionales en aquellas obras de arquitectura en las que ejercían como ayudante técnico.
Fue a partir de 1977 tras una Orden Ministerial que el Colegio Profesional cambia su denominación de Colegio de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de la zona Centro a Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Madrid. De esta forma se crearon otros Colegios derivados de la agrupación anterior.
En 2008, el Colegio vuelve a experimentar un cambio de denominación por Orden del Consejero de Presidencia, Justicia e Interior con el propósito de dar cabida a los nuevos graduados en Ingeniería de Edificación, fruto del proceso de convergencia europeo de Bolonia.
Uno de los momentos cruciales para la profesión de aparejador sucede cuando se promulgan la Ley de Atribuciones Profesionales y la Ley de Ordenación de la Edificación, en 1986 y 1999 respectivamente, pues ambas asientan la carrera y otorgan el reconocimiento de unas atribuciones para todos los titulados, configurándose desde ese preciso momento la Arquitectura Técnica como profesión autónoma e independiente con competencias plenas.