El jurado, presidido por el director General de Arquitectura y Vivienda del Ministerio de Fomento, Francisco Javier Martín, ha reconocido la labor y trayectoria de los tres galardonados. Alfredo Sanz, presidente del CGATE destacaba en su discurso que “la filosofía de estos premios reside en devolver a la sociedad los valores que inspiran a la Arquitectura Técnica”.
La Fundación Santa María de Albarracín es una organización sin ánimo de lucro, que pretende hacer del lugar, un emblema cultural. Esta institución trabaja para impulsar el desarrollo sociocultural de la zona, promueve actividades formativas y culturales. Además, trabaja en la restauración, conservación y gestión del patrimonio.
El segundo de los galardones ha sido para Antonio Garrido, Arquitecto Técnico murciano y profesor universitario. El jurado ha valorado su labor investigadora centrada en la calidad de la edificación, el impulso a la proyección intelectual de la profesión y la colaboración con organismos de la Arquitectura Técnica y su representación institucional en Europa.
El último de los premios se entregó a título póstumo al artista canario César Manrique en el centenario de su nacimiento. El jurado ha reconocido su aportación a la arquitectura española y “su compromiso con el patrimonio natural y cultural, integrando los edificios en el paisaje, respetando la naturaleza y buscando siempre la armonía entre el interiorismo y los espacios creativos exteriores planteando una importante obra de arte público y paisajismo que combina tradición y modernidad”.
En el mismo acto, se entregaron los Premios Fin de Grado en Escuelas de Arquitectura Técnica a Pedro Enrique Pérez, Andreu Riutort y Francisco Tárraga. Estos pretenden poner en valor el trabajo de los estudiantes que realizan el Trabajo de Fin de Grado de la titulación habilitante para la profesión de Arquitectura Técnica.