El nuevo Barómetro del Cemento[1], indicador adelantado del consumo elaborado por el departamento de Estudios de Oficemen, apunta también a que, en el mes de enero, el IDC creció dos décimas porcentuales (un 0,2%) respecto a diciembre de 2017. Exportaciones de cemento y clínker continúan con su tendencia negativa, reduciéndose ambas de forma significativa. En el año 2017 han registrado en conjunto una caída del 10%.
“Aunque la demanda doméstica de cemento continúa creciendo a buen ritmo, la evolución de las exportaciones sigue viéndose afectada por los altos costes eléctricos que soportan nuestras fábricas. En 2018, estos costes han aumentado por los recortes en el servicio de interrumpibilidad. No olvidemos que se trata de un servicio de interés general para la sociedad, ya que la industria del cemento, al ser interrumpible, está colaborando a que la factura de la luz sea más asequible para todos, evitando que se produzcan picos en los precios. Cabe recordar que en el año 2017 el precio de la electricidad se disparó un 31%, convirtiéndose en el año más caro de la última década”, explica el presidente de Oficemen, Jesús Ortiz.
[1] El Barómetro del Cemento es un informe estadístico, elaborado por el departamento de Estudios de Oficemen, que analiza mes a mes, las cifras del sector en España, cruzando los datos propios de los fabricantes con otras estadísticas provenientes del INE y Eurostat, para ofrecer un índice estimado de variación interanual del consumo de cemento.