Durante su anterior mandato, José Miguel Villarig ha tenido que hacer frente a la peor etapa que las energías renovables han vivido desde su nacimiento, fruto de la mala regulación de los últimos Gobiernos y, especialmente, de la moratoria renovable dictada en enero de 2012 y la posterior llamada reforma eléctrica puesta en marcha por el Ministerio de Industria, Energía y Turismo. Como las grandes damnificadas de la misma, las energías renovables han sufrido recortes en sus retribuciones previstas por valor de unos 2.000 millones de euros, sólo en 2015.
Tras enumerar los diferentes problemas que afectan en la actualidad a las energías renovables, el reelegido presidente de Appa denunció que “Si no se cambia drásticamente la política sobre el sector, España no cumplirá sus compromisos europeos e internacionales en materia de renovables y medioambiente”. Tras recalcar que es absolutamente necesario un impulso sectorial en materia de investigación, innovación e industrialización, Villarig terminó su intervención ante la Asamblea de la Asociación con una petición a los diferentes partidos políticos, reiterada por Appa desde hace años: “Es necesario un Pacto de Estado por la energía, no un acuerdo parlamentario sino un verdadero pacto perdurable en el tiempo. Las renovables requieren planteamientos a largo plazo, no se puede estar cambiando la regulación y la legislación continuamente”.
Villarig reclamó para las renovables la posición que les corresponde en lo que ya es una imparable transición energética hacia una economía baja en carbono. Una posición que se verá reforzada con la previsión de un incremento de la demanda de un 40% hasta 2040 y el cumplimiento de los objetivos europeos y los derivados de las políticas mundiales sobre cambio climático.