Casos similares se han ido sucediendo, de hecho en muchos incendios los sistemas de seguridad bastaron por si solos para mantener controlada una situación que podía haber causado unos daños mucho más relevantes.
Por todas las ventajas que conlleva su instalación, el Comité de Sistemas Fijos de Tecnifuego-Aespi recomienda el uso de rociadores automáticos para la extinción automática de un incendio.
Los rociadores automáticos, que sólo se activan en caso de necesidad, aseguran una protección eficaz en cualquier tipo de edificio. Sus características técnicas son invariables durante décadas, si se realiza el mantenimiento puntual, según señala la legislación vigente.