El Burj Khalifa, situado en Dubái, ostenta desde 2010, el título de rascacielos más alto del mundo con 828 metros de altura. Pero todo parece indicar que no le queda mucho en la primera posición del ranking, puesto que ya están proyectados y en construcción el Dubai Creek Harbour y la Torre Jeddah.
Kone, empresa especializada en la industria de ascensores y escaleras mecánicas, ha sido elegida para gestionar la movilidad de esta última. La construcción contará con 57 ascensores que viajarán a una velocidad máxima de 10 metros por segundo y 8 escaleras mecánicas Travel Master TM.110.
1.- La seguridad por encima de todo. Desplazar verticalmente a miles de personas todos los días debe hacerse teniendo en cuenta la seguridad como primer objetivo. Es imprescindible que las soluciones instaladas cubran las necesidades de las miles de personas que transitan por edificios de estas magnitudes. Afortunadamente, los requisitos en este ámbito son cada día más estrictos y consiguen garantizar la seguridad de los usuarios.
2.- La última tecnología al servicio. Los ascensores que se instalan en este tipo de edificios llevan consigo la última tecnología disponible en el mercado. Al estudiar las necesidades y confeccionar un proyecto teniendo en cuenta la optimización de recorridos, el tráfico y las horas punta en el desplazamiento.
3.- Respeto al medio ambiente. Se debe adoptar una política ecoeficiente. El aire interior debe depurarse continuamente y, para ello, se recurre a la bio-filtración mediante la instalación de jardines interiores verticales que consiguen mantener el ciclo constante.
4.- La velocidad del desplazamiento. Una de las grandes exigencias es la velocidad en el desplazamiento de los usuarios. La compañía debe garantizar un flujo de personas rápido y fluido, más aún cuando se trata de edificios de más de 300 metros de alto.
Kone ya está presente en algunos de los edificios más altos del mundo, entre ellos: el Leatop Plaza de China, el Doha Tower de Catar o la Tour First de París.