El proyecto, que cuenta con una inversión que asciende a los 17,1 millones de euros, ha sido elaborado por la división ingeniería del Grupo LKS. Las tareas de rehabilitación de cubierta, ejecutadas por la empresa especialista en fachadas y cubiertas Strunor, han afectado a una superficie total de más de 4000 m2 de tejados en la cual se ha impermeabilizado con el sistema Onduline Bajo Teja DRS 150 Plus. La estructura original del tejado estaba formada por rasilla cerámica y una capa de hormigón aligerado.
Sobre esta se asentaba la teja cerámica curva directamente recibida con mortero. A nivel general, las cubiertas presentaban importantes defectos, debido principalmente tanto a la antigüedad de estas como a la falta de una impermeabilización bajo teja. En una primera fase, los trabajos de rehabilitación han consistido en la retirada y recuperación de la teja cerámica curva, para su posterior reutilización, y en la limpieza y preparación de los faldones de las cubiertas, regularizando y saneando las zonas más afectadas. El nuevo sistema constructivo de los tejados se ha definido contando con la necesidad de aportar un adecuado ahorro energético y confortabilidad al espacio bajo cubierta dado su futuro aprovechamiento como espacio habitable.
Por otro lado, contar con una solución impermeable que proteja el aislamiento y prolongue su vida útil en buenas condiciones era fundamental. Para garantizar un correcto aislamiento, se ha instalado un doble planchón de poliestireno extruido de 6 cm, cruzado y entre rastreles de madera, sujetos mecánicamente al soporte. Una vez se ha instalado el aislamiento, la impermeabilización con Onduline Bajo Teja DRS, en este caso con el modelo para tejas curvas de alta resistencia al pisado: BT-150 PLUS, se realiza de forma rápida, directamente sobre la superficie aislada, fijándose mecánicamente a los rastreles de madera.
Por otro lado, una vez se han dispuesto las placas sobre el tejado, este queda totalmente protegido a la intemperie, permitiendo tejar por fases y sin preocupación de que se dañen los elementos aislantes o de soporte por la entrada de agua. En cuanto a las tejas, se han recuperado la mayor parte de piezas originales posibles, reservándose para su colocación como tejas cobija, siendo solamente la teja canal nueva. De esta forma se mantiene la estética tradicional del tejado, cuestión primordial en obras de edificios históricos y de patrimonio, pero permitiendo recibir las tejas nuevas con espuma o sistemas de fijación en seco como gancho.