Según un estudio realizado por la Asociación para la Investigación de Medios de Comunicación, AIMC, en 2015, pasamos la mayor parte del día en nuestro domicilio, unas 15 horas, es decir, más del 60% del tiempo. Por tanto, nuestro hogar debe estar en las mejores condiciones.
Hay que tener en cuenta que actividades diarias, como limpiar, cocinar o ducharnos, aumentan la humedad dentro de nuestras casas. Por ejemplo, una familia de cuatro miembros añadiría unos 10 litros de agua al día, lo que se suma a la humedad ya existente en el ambiente. Cuando esta humedad supera el 30%, pueden formarse hongos, además de líquenes, moho o musgo.
El crecimiento de estos microorganismos se ve favorecido en lugares oscuros, con poca ventilación y escasa luz solar y, aunque puedan crecer en cualquier habitación, son habituales en baños, buhardillas o garajes. Sin embargo, en contra de lo que podamos pensar, existen maneras rápidas y eficaces de combatir los hongos de nuestras casas, siempre teniendo en cuenta que es recomendable utilizar productos de protección y prevención una vez aplicado el producto que los elimine.
Según el responsable de Impermeabilización de Danosa, Ignacio Hombrados, “los hongos son peligrosos porque pueden debilitar los cimientos y el revestimiento de las viviendas, además de desmejorar físicamente su aspecto. Además pueden afectar negativamente a nuestra salud, ya que, por ejemplo, aquellos hogares que acumulan hongos tienen un 50% más de probabilidades de sufrir irritaciones de garganta, asma u otros problemas respiratorios.”