Las mediciones se suman a los estudios semestrales que los especialistas realizarán sobre el estado de las pinturas rupestres de la cueva. Estas actuaciones suponen una inversión de 30.000 euros y persiguen preservar el enclave de interés arqueológico situado dentro de los límites de su cantera en Triacastela.
El control de las condiciones internas de Cova Eirós tiene como objetivo asegurar que los trabajos mineros son compatibles con la conservación y estudio del yacimiento prehistórico. Las labores de supervisión, definidas por la Xunta de Galicia y cofinanciadas por la cementera, corren a cargo de un equipo de arqueólogos y restauradores expertos en la materia, así como de Pedro Jiménez, director de Geología y Exploración de Recursos de la empresa de ingeniería CRS.
Cementos Cosmos está comprometida con el patrimonio histórico de Cova Eirós. Uno de los primeros consejeros de la empresa, Isidro Parga, impulsó los primeros estudios arqueológicos y fomentó la colaboración con distintas universidades. En el marco de estos contactos, Cosmos instaló a finales de la década de los 90 diversas medidas de protección para frenar el deterioro de la cueva, que había sido utilizada tradicionalmente para guardar ganado e incluso había sufrido actos vandálicos como grafitis e inscripciones en las paredes.