La multinacional gallega ha invertido 970 mil euros en esta nave de 3600 m² destinada a la entrega inmediata de pedidos. En ella, pone a disposición de los clientes un stock de 200 toneladas de perfiles de aluminio, 50 000 barras de PVC, una amplia gama de herrajes y accesorios, panel composite y un pantógrafo que permite el mecanizado de dos planchas a la vez o la realización de modulaciones de 1,5 x 5 m.
Las nuevas instalaciones también albergarán un taller-escuela en el que se impartirá formación sobre sistemas de PVC a los clientes y un departamento de arquitectura e ingeniería para dar asistencia técnica a los arquitectos en los proyectos planteados.
Con esta apertura Cortizo refuerza en el centro y sur peninsular su apuesta por la inmediatez y la proximidad. A ello se une una red logística propia con camiones semanales desde Manzanares al resto de Castilla la Mancha, Andalucía, Comunidad Valenciana, Murcia y Extremadura. El responsable comercial de Cortizo Manzanares, Julián Moreno, resalta que “esta estrategia just in time” permitirá atender los pedidos de los clientes “con los plazos más cortos del mercado”.
Cortizo cuenta con un centro productivo en Manzanares desde el 2007 donde trabajan en la actualidad 172 personas. Esta fábrica tiene una superficie de 18 600 m² y está dotada de una prensa de extrusión, 2 plantas de lacado y una planta de anodizado con capacidad para producir hasta 6500 toneladas anuales de perfiles. Además, dispone de unas instalaciones de 1500 m² destinadas al tratamiento y gestión de residuos de aluminio que forman parte de la red Cortizo Recycling, una división de la compañía dedicada a la conversión de los sobrantes de aluminio en materia prima para la fabricación de perfiles.