"El objetivo de la investigación era constatar el grado de conocimiento existente entre los fabricantes de materiales sobre los instrumentos que la Administración Pública pone al servicio de las empresas para fomentar la innovación", explica el director general de Apliqa, Óscar Sánchez. "Si bien hay varios instrumentos los más conocidos son las deducciones fiscales por los gastos incurridos en innovación así como las bonificaciones sobre las cotizaciones en la Seguridad Social del personal investigador. Las cuantías de la ayudas pueden llegar hasta el 50% o 40% respectivamente de los gastos incurridos", concreta.
El estudio se llevó a cabo a lo largo del último trimestre del 2016 por personal experimentado de Apliqa y en él participaron más de 300 firmas del sector. Entre ellas se encontraban representados multitud de subsectores de actividad tales como sistemas de calefacción, tabiquería de interior , puertas, pinturas, cerramientos de aluminio, iluminación, automatismos, vidrio, aislantes, ascensores, control solar, sanitarios, suelos,…
Entre las principales conclusiones cabe destacar el hecho de que el 90% de firmas entrevistadas declaraban realizar actividades que podrán ser consideradas como I+D.
"Llama la atención que aproximadamente un tercio de las empresas declararon ser parte de un grupo multinacional y tener los departamentos de innovación en la empresa matriz localizada en otro país", destaca Sánchez. En estos casos, los fabricantes declaraban que los gastos imputables a los desarrollos y el personal investigador por lo general se realizaban fuera de España con lo que no veían la posibilidad de acogerse a este tipo de ayudas. "Siendo esto cierto, en la mayoría de los casos estas empresas desconocían que la adaptación de esos productos, desarrollados en otros países, al mercado local tiene la consideración de I+D a efectos de las ayudas públicas y por tanto son potenciales beneficiarios de las mismas", precisa.
Igualmente cabe destacar que tan solo el 19% de las empresas entrevistadas declararon conocer y hacer uso de los instrumentos antes mencionados. Si se compara este porcentaje con otras industrias fabriles, el porcentaje es sensiblemente menor. Por lo general se percibía un mayor conocimiento entre las grandes corporaciones, siendo una cuestión mucho menos sabida entre las pequeñas y medianas empresas.
Por último, incluso entre el 10% de las empresas que declaraban de manera explícita no realizar actividades de innovación se identificaron proyectos susceptibles de acogerse a este tipo de programas.
Así pues, una gran parte del sector tiene ante sí la oportunidad de acogerse a este tipo de programas para la obtención de ayudas a fondo perdido o préstamos en condiciones ventajosas.