El proyecto que la ingeniería deberá diseñar consiste en la ejecución de dos carriles para vehículos de alta ocupación en cada dirección de la autopista en un tramo de unas 15 millas. Los nuevos carriles para la I-15 servirán inicialmente como vía para vehículos de alta ocupación para usuarios con tres o más ocupantes; no obstante, también pueden ser utilizados por vehículos sin acompañantes, aunque previo pago de un peaje.
Este contrato ha sido licitado por la Comisión de Transporte del Condado de Riverside en asociación con el Departamento de Transporte de California y la construcción del nuevo proyecto empezará a principios de 2018 para que esté listo a mediados de 2020.