Los participantes de las diferentes Universidades han tenido que crear una arquitectura sostenible integrada en el espacio urbano respetando el plan MAD-RE, los criterios de Saint-Gobain Multi-Confort y teniendo en cuenta “las condiciones climáticas y el contexto regional de Madrid”, tal y como explica Isover.
“Además de la construcción, los aspectos sociales y económicos han tenido que ser considerados y la solución propuesta debe dar un nuevo impulso en el área urbana existente”, añade. Los estudiantes deberán proponer soluciones de espacios urbanos para el entorno inmediato del área. “En términos generales, el propósito de la tarea es tener un enfoque constructivo de renovación y de involucrarse activamente en dar forma a la futura actualización de las ciudades europeas”.
En esta segunda fase del concurso, un jurado formado por los profesores de las universidades que han tutelado los proyectos y un representante de Isover, fallará a favor de los tres mejores proyectos que optarán a un premio económico y pasarán a la Fase Internacional, que se celebrará del 31 de mayo al 3 de junio en Madrid.