En marzo, el consumo ha crecido un 21,5% debido, en parte, al desajuste de días laborables provocado por el hecho de que el año pasado la Semana Santa se celebrara en dicho mes. El consumo de cemento en marzo ha sido de 1,1 millones de toneladas, “aún muy alejado de los valores medios óptimos para un país como España, que deberían rondar los dos millones de toneladas de consumo mensual”, explicó el director general de Oficemen, Aniceto Zaragoza.
“Continuamos mirando las cifras de crecimiento con optimismo pero con cautela, dados los bajos valores absolutos de partida. No debemos olvidar que, aunque mantuviéramos un crecimiento continuado del 14% durante todo el año, cerraríamos 2017 con un consumo de 12,6 millones de toneladas, la mitad de lo que, a nuestro juicio, la sociedad Española necesita”, añade Zaragoza.
“Más allá de la recuperación del mercado inmobiliario, nos preocupa la pérdida de inversión en obra pública. La sequía inversora está afectando, y mucho, a la calidad en nuestras infraestructuras, que son imprescindibles para que la industria española en su conjunto pueda operar y mantener su aportación al PIB, algo que, como bien sabemos, es la única vía para consolidar una salida real y continuada de la crisis para nuestro país”, concluye.