“Esto precisa de poner especial atención sobre el alquiler de un piso sin el certificado energético correspondiente, pues el vendedor o arrendatario del inmueble se enfrentaría a una multa de hasta 600 euros”, añade. Para fomentar la concienciación de la ciudadanía, desde el Gobierno ya se han propuesto descuentos de hasta un 20% en el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) de los edificios dependiendo de su grado de eficiencia energética. Además, falsear la información o actuar como agente certificador sin contar con la titulación se castiga con una multa de hasta 6.000 euros.
Ione Ruete, directora de BB Construmat afirma que “la utilización de energías renovables minimiza el consumo energético de los edificios” y agrega que “levantar una obra de ingeniería siguiendo el modelo de negocio tradicional es menos sostenible. Por eso, no sólo debe tenerse en cuenta la utilización de energías renovables, sino también debe considerarse al modelo de economía circular y de eficiencia”.
El objetivo es que para el año 2020 todos los edificios nuevos sean designados como ‘Edificio de consumo de energía casi nulo’ y, en el caso de edificios públicos, para el año 2018. Sin embargo, desde 2009 sólo el 0,006% de los nuevos edificios para los cuales se ha solicitado un permiso de obra cumple con los mencionados estándares de eficiencia energética, según la Plataforma de Edificación Passivhaus.
Además, la norma se aplica tanto para los edificios nuevos como para los ya existentes. En el caso de los nuevos, deberá probarse su eficiencia energética antes de que se inicie y apruebe la construcción considerando la viabilidad técnica, medioambiental y económica de instalaciones de alta eficiencia. En el caso de los edificios existentes, la Directiva será obligatoria cuando se efectúen reformas importantes y los requisitos mínimos de eficiencia energética fijados sean viables.