Durante el encuentro, Iñesta informó de las tareas y actividades de su departamento, entre las que destacó “el velar porque los productos que se comercializan cumplan la normativa aplicable, obtengan la fiabilidad del usuario y se eviten actuaciones desleales”, comentó.
El responsable de Vigilancia del mercado de la Comunidad de Madrid incidió en un concepto “los productos deben cumplir la legislación vigente. Esto no es una opción, es una obligación”. En este sentido, Iñesta aclaró que la vigilancia de mercado es una obligación impuesta desde Europa, y reglamentada en diversas leyes, como el Reglamento de Productos de Construcción. Así, desde el Ministerio de Industria se han pasado las competencias a las comunidades autónomas que son las responsables de verificar que los productos cumplen con las disposiciones legales.
Según Iñesta, vigilar el mercado resulta muy costoso porque son procesos largos, donde son necesarios ensayos de producto, control documental, comprobaciones, personal que siga los procedimientos, etc. “La vigilancia evita productos no fiables, otorga confianza al usuario, es garante del cumplimiento normativo, evita actuaciones desleales, y analiza y evalúa el grado de cumplimiento legislativo”, añadió.
El responsable de Industria e Inspección de la CAM informó de los dos modelos de vigilancia, el reactivo, cuando ha habido una denuncia o un accidente, y el proactivo, que es el deseable y más eficaz, ya que sigue un plan y un control. Así, para hacer el seguimiento por sectores resulta muy importante la colaboración del propio sector: fabricantes, laboratorios, usuarios que nos digan cómo está el sector y en qué debemos incidir. “Esta colaboración mejora notablemente los sectores”, concluyó.