La investigación de este año, desarrollada en colaboración con Ecofys, Fraunhofer IBP y Copenhagen Economics, examina los efectos de la vivienda sobre la salud de los europeos y los costes que implica para la sociedad y propone las medidas necesarias para abordar el problema y certifica que quienes viven en casas frías tienen el doble de posibilidades de padecer una mala salud y casi tres veces más probabilidades de tener humedad en el hogar.
El coste de no tener viviendas saludables no sólo repercute en los individuos que los habitan. Así, los costes globales, directos e indirectos, para el Estado y la sociedad en general, de dos de las enfermedades asociadas a una vivienda insalubre, como son el asma y EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica), alcanzan la impactante cifra de 82.000 millones de euros al año.
"La lógica nos hace suponer que vivir en un entorno insalubre es malo para nuestra salud, pero este estudio pone de manifiesto hasta qué punto los europeos sufren enfermedades a causa de sus hogares, además de los altos costes financieros para la sociedad”, afirma Michael Rasmussen, vicepresidente senior de Marketing del Grupo Velux.
Una de las soluciones que plantea es modernizar los edificios existentes en Europa a través de reformas que los hagan más energéticamente eficientes y saludables. Además de mejorar los resultados sanitarios y reducir los costes sociales y las emisiones de CO2, sería un catalizador de la economía europea. El Barómetro Viviendas Saludables estima un capital privado disponible para reforma de edificios en la UE en torno a los 30 trillones de euros, así como qué medidas serían necesarias para ayudar a desbloquear parte de ese capital para invertir en dichas reformas.