Se trata de una solución vestible que ha desarrollado la empresa Zerintia Technologies que está equipada con procesador Intel, cuenta con detectores de caídas y gases tóxicos, bluetooth, GPS y comunicación por 2G. “Su potencial preventivo podría reducir la siniestralidad hasta un 30% en un momento en el que esta problemática está repuntando”, concretan desde la empresa. En 2016, los accidentes de trabajo con baja médica aumentaron un 7,95%, según datos del Ministerio de Empleo y Seguridad Social, siendo la construcción uno de los sectores más afectados.
“La tasa de supervivencia tras un accidente grave se reduce un 10% cada minuto que pasa”, advierte Pedro Diezma, presidente y fundador de Zerintia. “Con este gran problema en mente hemos diseñado Smart Vest para que el tiempo de respuesta sea mínimo, gracias a una comunicación constante entre el centro de control, el entorno de trabajo y el estado de salud del empleado. Esta monitorización se traduce en una mejora notable de la productividad”.
La principal ventaja es su capacidad de predecir y adelantarse a muchos de los posibles accidentes laborales. Al estar conectado con la plataforma IoT de Zerintia, los datos recabados por el chaleco se almacenan y analizan mediante inteligencia artificial. Esto permite generar algoritmos para diagnosticar situaciones potenciales de riesgo. Al tener integrado un dispositivo beacon con bluetooth, el chaleco avisa al trabajador cuando se está aproximando a un área de peligro o cuando su tiempo de exposición en un área peligrosa es excesivo.
Smart Vest también funciona en la otra dirección. Es decir que, en caso de accidente, el trabajador puede avisar a los servicios de emergencias, pudiendo utilizar ambas manos o incluso la boca para activar la alarma.
Además, el chaleco inteligente monitoriza patrones de trabajo. Al conocer el tiempo de permanencia en zonas por parte de los empleados, los responsables del departamento pueden idear estrategias para mejorar el rendimiento del equipo.