Las obras estaban dirigidas a renovar el Edículo donde se halla la tumba de Jesús. Esta remodelación ha durado cerca de 10 meses, finalizando el pasado 10 de marzo con un coste total de 6 millones de euros.
La reparación de la Basílica del Santo Sepulcro ha supuesto más que las mejoras requeridas por el templo. El consenso de católicos, armenios y griegos ortodoxos ha sido total, tres confesiones que custodian la basílica de forma mayoritaria. Para este acuerdo ha habido que esperar 200 años y el motivo principal que lo ha desencadenado han sido las urgentes necesidades que el Edículo de la resurrección presentaba.
Las obras han supuesto 10 meses y 6 millones de euros y han sido dirigidas por la profesora de la Universidad Politécnica de Atenas, Antonia Moropoulou. Estas se han centrado en la restauración del Edículo de la resurrección, aunque también se han reconstruido otras estancias como la Cúpula del Calvario, trabajo para el cual La Paloma Cerámicas fabricó un ladrillo especial para este proyecto.
Los trabajos se compaginaron con el horario habitual de visitas: cuando el templo cerraba era cuando se procedía a realizar las obras, que se prolongaban hasta la apertura para una nueva jornada. El estado de su fachada exterior fue objeto de estudio para varias empresas fabricantes de ladrillo entre las cuales se encuentra La Paloma Cerámicas, la ganadora del concurso internacional.
Entre los parámetros de calidad exigidos desde Jerusalén estaban la mezcla de procesos tradicionales y la tecnología de hornos cerámicos a 1300 ºC. Todos ellos cumplidos por la empresa española, quienes han aprovechado la ocasión para lanzar una nueva línea de ladrillos con el nombre de “Jerusalem”.