Las organizaciones “son conscientes” de que la rehabilitación requerirá del impulso y participación de múltiples agentes públicos y privados a través de medidas diversas como las ayudas públicas o la articulación de créditos a bajo interés, “pero la sensibilización de los ciudadanos es imprescindible para su aprovechamiento”, afirman.
Este objetivo requiere que los usuarios conozcan:
·Las ventajas de rehabilitar.
·Aprovechar cada obra para mejorar.
·Las exigencias normativas en materia térmica, acústica y de seguridad contra el fuego.
·Cómo conseguir que a la vez que se afronta una rehabilitación, particularmente térmica (las más subvencionadas) se consigan mejoras en las prestaciones acústicas y de seguridad pasiva contra incendios.
·Cómo evitar que una rehabilitación empeore otras exigencias.
Razones para promover la rehabilitación
Los consumidores y Afelma consideran que la mejora de las prestaciones térmicas de la viviendas es esencial en un contexto en el que las economías domésticas han sufrido, además, aumentos del precio de la factura eléctrica de más de un 60% desde 2007 y en el que el precio de las materias primas (barril de petróleo) registra preocupantes e intensas oscilaciones (99,45 $ en 2014; 46,72 $ en 2016 y 65,58 $ en 2017).
Siendo la edificación responsable del 28% del consumo final de energía en España, el sector “ofrece un gran potencial de ahorro energético”. Esta estrategia pasa por impulsar la mejora del aislamiento de la envolvente, lo que proporcionaría una reducción del consumo energético y de las emisiones de entre el 40% y el 70% según los índices de aislamiento aplicados. Índices que deberían ser, tanto para obra nueva como para rehabilitación, asimilables proporcionalmente a los de países de nuestro entorno.
“En este sentido es preciso recordar que el aislamiento de la gran mayoría del parque de viviendas español es inadecuado para un país con una dependencia energética del 80%”, concretan desde Afelma.