Analizando el eje de las nuevas herramientas y procesos, según señala Jesus Paños, Presidente del Colegio de Aparejadores de Madrid, “el sector tiene que avanzar hacia entornos colaborativos que ayuden a reflexionar sobre una nueva arquitectura en la que el consumo casi nulo impulsará, en breve, un salto cualitativo en el sector que ya no tendrá vuelta atrás”. Según las previsiones de la Institución, la innovación en el sector se alimentará de “nuevos conceptos y constantes datos, como el de la ciudad resiliente, capaz de asumir con flexibilidad situaciones límite y sobreponerse a las mismas”.
Cualquier aportación al sector, como pueda ser la industrialización del mismo, “ha de ser necesariamente analizada desde puntos de vista como la sostenibilidad y eficiencia energética, incorporando nuevos conceptos a su vez como el de energía cautiva o energía autoproducida para consumo propio”, asegura Javier Méndez Director del Gabinete Técnico del Colegio de Aparejadores de Madrid.
Las directrices de la ruta europea hacia el 2030 orientan el sector hacia materiales y componentes multifuncionales con menor necesidad de materias primas y, por tanto, menor dependencia de recursos naturales. “Siempre optimizando, en la medida de lo posible, la eficiencia en todas las fases del ciclo de vida de un edificio, minimizando residuos y recursos empleados, entre otros”, como apunta Javier.