De acuerdo con los resultados obtenidos a partir de las cerca de 1000 encuestas realizadas a propietarios de vivienda en Madrid, otros factores que han contribuido a convertir la venta de su vivienda en una auténtica tortura han sido: organizar las visitas (17 %), la mudanza (4 %) o la negociación del precio (3 %).
Más de la mitad de los que deciden mudarse reconoce que lo hace para tener más metros o disfrutar de una mejor ubicación, seguido de la necesidad de vender el inmueble por motivos de liquidez (10 %), por cambio de trabajo (8 %) y por separación o divorcio (7 %).
Resulta curioso que el 15 % de los que ponen a la venta su inmueble lo hagan para desprenderse de viviendas heredadas de sus familiares. Lo mismo ocurre con el hecho de que el 6 % de los vendedores se mude porque no puede/quiere alquilarla.
El informe de Tiko confirma que el factor fundamental que guía el proceso de venta de una vivienda sigue siendo conseguir un buen precio, un hecho que a su vez lo convierte en el principal obstáculo. De hecho, el 60 % de los madrileños reconoce que negociaron el precio a la baja durante el proceso de venta.
Pero ¿de qué precios estamos hablando? Casi la mitad de los madrileños encuestados lo hicieron por un importe inferior a los 200.000 €. Uno de cada cuatro logró venderla por entre 300.000 y 600.000 € y solo un 8 % por encima de los 600.000 €.