Otro factor que muchas veces no se tiene en cuenta y que resulta de gran importancia, es la instalación/aplicación de los productos de protección pasiva. No debemos olvidar que en resistencia al fuego se debe hablar de sistemas constructivos y no “sólo” de productos. Nos encontramos en cantidad de ocasiones con productos que disponen de ensayos de resistencia al fuego en vigor y que son instalados de manera incorrecta.
En estos casos la resistencia al fuego no queda garantizada y es muy probable que en caso de incendio, el producto no cumpliera con la función para la que fue diseñado. Por todo esto, y haciendo mención nuevamente a “sistema constructivo”, es tan importante que el producto tenga una buena resistencia al fuego como que esté instalado según las especificaciones del fabricante.
Hasta la fecha, y dada la gran importancia que supone una correcta aplicación y control de la pintura intumescente, no existía una norma y/o documento que regulase la puesta en obra de este tipo de productos. Por suerte, se ha dado un paso hacia adelante, creándose una norma que regule todo el proceso de este tipo de productos, desde la correcta aplicación hasta su control e inspección final.
Hasta ahora, el protocolo a seguir para el control e inspección en obra de las pinturas intumescentes era diferente e independiente del organismo de control que lo realizara. Este organismo se encargaba de establecer las diferentes zonas de medida, medición de espesores y establecía los criterios de aceptación del sistema aplicado.