La ayuda de 125,6 millones de euros presupuestada para mejorar el rendimiento del parque inmobiliario español es notablemente inferior –un 37% menos- a los 200 millones de euros del programa anterior, “del que finalmente solo se beneficiaron 33.000 viviendas, según la estrategia a largo plazo para la rehabilitación energética en el sector de la edificación publicada por el Ministerio de Fomento”. Una cifra “escasa” teniendo en cuenta que España posee un parque total de viviendas de alrededor de 25,5 millones en el que la mitad de las construcciones tienen más de 40 años, no se ajustan a los nuevos estándares de la edificación y propician auténticos derroches de energía, según Andimac, la patronal de la reforma.
Porque, efectivamente, a día de hoy, los edificios españoles “son auténticos depredadores energéticos, ya que representan casi un tercio del consumo de energía en España. Por todo ello, desde Danosa inciden en la importancia de activar medidas eficaces, más allá de estas ayudas convocadas por el Gobierno, para que el mercado de la rehabilitación despegue realmente y se pueda conseguir el objetivo mínimo de rehabilitar al menos 250.000 viviendas por año en España. En este sentido, los edificios ubicados en zonas con inviernos críticos (norte y centro peninsular, principalmente) son la prioridad, ya que es precisamente aquí donde las reformas de cubiertas, fachadas y ventanas se vuelven imprescindibles.
Por qué rehabilitar energéticamente los edificios
Así, teniendo en cuenta el deficitario nivel de aislamiento térmico de nuestros hogares, solo una rehabilitación del aislamiento de cubiertas y fachadas de un bloque de viviendas puede reducir su consumo entre el 50% y el 65%. Unas cifras importantes también para el bolsillo, pues el consumo de energía supone hasta un 13% de los gastos que se tienen en el hogar, por lo que apostar por un inmueble energéticamente eficiente, podría abaratar la factura energética en 1.500 euros al año, de acuerdo a los datos de Rehare (la Agencia para la Rehabilitación de Edificios) recogidos por Danosa.
"Por si fuera poco, un adecuado aislamiento de los edificios puede llegar a reducir más de un 20% las emisiones contaminantes, en un contexto en el que la Eurocámara ha acordado recientemente la necesidad de una normativa comunitaria de eficiencia energética que garantice la descarbonización de los edificios en la Unión Europea antes de 2050". Y más allá de esto, las rehabilitaciones que se promueven adquieren otro valor y es el de la revalorización de la vivienda, ya que, según datos de Danosa, la reforma de un edificio en mal estado puede revalorizar su precio hasta en un 25%.
En definitiva, si el 90% de la vida se pasa en el interior de edificios, es prioritario que estén en unas condiciones de habitabilidad adecuadas para preservar el bienestar, la salud y también el medio ambiente. Para ello es necesario realizar un correcto mantenimiento y, en ocasiones, acometer una debida rehabilitación, con el fin de lograr su eficiencia que es además una garantía para mantener su valor como activo.