Cortizo adquirió una parcela contigua a la que albergaba sus antiguas instalaciones, lo que le ha permitido duplicar la superficie de su delegación alavesa, hasta alcanzar los 3.350 m². En ella, pone a disposición de los clientes un stock de 120 t de perfiles de aluminio (crudo, lacado y anodizado), más de 15.000 barras de PVC, juntas y accesorios. Además, incluye un área de exposición de 225 m² en la que se muestra una selección de los más de 50 sistemas exclusivos de ventanas, puertas, fachadas, panel composite, barandilla y protección solar diseñados por su departamento de I+D+i. El nuevo centro también dispone de una línea de ensamblado de rotura de puente térmico.
“Nuestras instalaciones apenas tenían doce años, pero se habían quedado pequeñas para atender la gran demanda que tenemos en el País Vasco, uno de nuestros principales mercados en la Península. Con esta ampliación estamos en disposición de ofrecer a todos nuestros clientes más stock de perfilería y accesorios, más colores y, en definitiva, un mejor servicio”, asegura el delegado comercial de CORTIZO en Euskadi, Andrés Fagín.
Sus sistemas de aluminio están presentes en numerosos proyectos de referencia del País Vasco, entre los que destacan las Torres Garellano y la Sede de IDOM en Bilbao, la nueva terminal de cruceros de Getxo, el Musikene y el Colegio Mayor Jaizkibel en Donostia, el nuevo Edificio de Consultas Externas del Hospital de Álava o el Centro de Biotecnología Animal de la UPV en Leioa.
La ampliación de la delegación de Álava es uno de los proyectos enmarcados en el Plan Estratégico 2017-2020,, al que la firma gallega destinará más de 87 millones con el objetivo de incrementar su capacidad productiva y mejorar su red logística.