Desde el año 2012, la compañía ha comenzado a medir las emisiones totales de CO2 por tonelada producida de sus tejas con la Calculadora de Huella de Carbono del Magrama. Es lo que se denomina huella de alcance 1+2, donde se computan tanto los combustibles fósiles consumidos, gas natural utilizado en el proceso de combustión y el gasoil consumido por el transporte, así como la electricidad utilizada en el proceso industrial.
En los últimos años, Verea ha acometido inversiones por valor de más de 150.000 euros para ejecutar un plan de reducción de emisiones directas producidas en los hornos y secaderos, mediante reaprovechamientos energéticos y mejora de los aislamientos.
También redujo a cero las emisiones de CO2 derivadas de la electricidad, mediante un plan de reducción de emisiones indirectas por el que las dos líneas de producción sólo consumen energía eléctrica de fuentes renovables. La adopción de otras medidas técnicas como la substitución de lámparas convencionales por lámparas LED, la compra de variadores de velocidad para motores de gran consumo y la substitución de temporizadores por fotocélulas de activación, han contribuído a lograr el objetivo.