Emiliano Bermúdez, subdirector general de donpiso, indica que el precio de la vivienda "es muy inelástico porque los vendedores son muy reacios a bajarlo”. “De hecho, en 2008, con el colapso del mercado inmobiliario tras el estallido de la burbuja, tardaron dos años en empezar a bajar”, indica el experto. El directivo achaca la escalada de los precios a la falta de oferta en el mercado inmobiliario residencial español.
Esta escasez se ha agudizado en los últimos meses por la lenta salida al mercado de promociones de vivienda y por los vaivenes regulatorios. Menos casas dentro de un mercado al que, además de familias y fondos, también están acudiendo los pequeños ahorradores. Eso sí, desde donpiso se descarta que los inversores tengan un impacto en los precios de la vivienda. “Antes los inversores especulaban, pero ahora aportan un valor mediante mejoras y reformas en el inmueble. Este interés anima la salida al mercado de nuevos inmuebles”, asegura Bermúdez.
Por otra parte, ya se ha detenido el aumento drástico de ventas que se registró tras la pandemia, impulsado por el ahorro que la demanda acumuló durante esos meses y por su deseo de anticiparse a la subida de tipos de interés, que ya se ha producido a raíz de la inflación, acelerada por el conflicto bélico. “Hoy, con el Euríbor rozando el 1% y la inflación en el 10%, prevemos que el 2022 se cierre con unas 600.000 compraventas, un 6% más que las del año pasado, pero muy lejos del aumento de ventas del 34,6% que se dio en el 2021”, asegura el experto.
Caen las búsquedas de piso y la demanda efectiva y aumentan los plazos de venta
En este contexto, donpiso ya ha detectado un retroceso interanual del 15% en las búsquedas para la compra de viviendas durante el mes de julio y avisa de que un 20% de la demanda va a quedar fuera del mercado. Esto se deberá a dos factores principales: por una parte, la incapacidad de una parte de los compradores de asumir encarecimiento de las hipotecas; por otra, la retirada del mercado de una parte de la demanda debido a la incertidumbre macroeconómica. Y es que la subida de la inflación ha disparado los gastos domésticos básicos y la del Euríbor ha reducido la capacidad de compra de las familias.
Por otra parte, al haber menos compradores, bajan las transacciones, por lo que actualmente se están alargando los plazos de venta de un inmueble. “En donpiso hemos pasado de 65 días a 90, y creemos que nos vamos a situar en unos 120 días a la vuelta del verano. Si los plazos de venta se alargan es posible que veamos otra vez lo que pasó durante la crisis, cuando los compradores pedían de entrada descuentos del 10% y los vendedores con urgencia por vender acababan negociando”, pronostica el subdirector general de la red inmobiliaria nacional.