Se trata de unas obras en materia de transporte y movilidad, por su rentabilidad socioeconómica para el ciudadano, además de instalaciones de agua y medio ambiente, para cumplir con la normativa europea y evitar las sanciones comunitarias. Cuentan con una inversión de 103.000 millones de euros y su ejecución, con un periodo de cuatro años, puede generar un millón de empleos.
Entre las infraestructuras de transporte destacan las de movilidad y accesibilidad urbana, por valor de 37.900 millones de euros. Su ejecución, según el sector, proporcionará un ahorro en los desplazamientos de 120.000 horas diarias, con un beneficio social de 38.100 millones de euros al cabo de 30 años.
Además, han señalado las prioridades en infraestructuras de transporte interurbano, con 46.000 millones de euros de inversión pendiente que puede implicar ahorros para sus usuarios: finalizar los 3.199 km. de la red de autovías, los 460 Km pendientes del ferrocarril convencional y los 563 Km de plataforma y superestructura de alta velocidad.
El nuevo Plan Nacional de Depuración, Saneamiento, Eficiencia, Ahorro y Reutilización, actualmente en información pública, cuantifica en más de 46.000 millones de euros las inversiones a realizar hasta 2033. Ello implica invertir 18.000 millones de euros en tres años y cumplir este objetivo requiere multiplicar por seis la inversión actual anual.
Fidex y Seopan subrayan que es “necesario” buscar soluciones de financiación alternativas, como la colaboración público-privada. Este modelo de financiación constituye una alternativa inversora “más viable” por razones de impacto en el déficit público y de eficiencia y simplicidad en la gestión.