La inauguración corrió a cargo de
Oscar del Río, presidente de
AFELMA, que identificó la calidad de la edificación como un elemento central de la calidad de vida porque "en los edificios, hogares o del ámbito laboral, pasamos cerca del 80% de nuestro tiempo". Señaló que este reto requiere avances más intensos, por ejemplo, en materia de aislamiento, un sector en el que hoy se emplean poco más de los 2 o 3 cm que se usaban hace 20 años.
Esta mesa contó con la presencia de Pilar Pereda, del Área de Desarrollo Urbano del Ayuntamiento de Madrid; Joan Herrera, Director General del IDAE y Luis Vega, Subdirector General de Arquitectura y Edificación del Ministerio de Fomento, que refirieron las iniciativas de sus respectivos departamentos en materia de eficiencia energética y felicitaron a AFELMA por su continuidad, valor clave para obtener resultados a largo plazo en eficiencia energética.
Pilar Pereda explicó la apuesta del Ayuntamiento por el que todos los edificios nuevos (escuelas, viviendas municipales, etc.) fueran de energía positiva a partir de 2016, ya que su vida útil transcurrirá bajo el criterio más exigente que imponen las normas que se avecinan.
A continuación, tomaron la palabra Patrice Azais, un histórico de la asociación, que declaró sentirse orgulloso de todos los que han hecho posible estos 40 años. Definió a AFELMA como una organización de vanguardia que hablaba "de rehabilitación antes de la crisis de la construcción, de exigencias térmicas más intensas antes del EECN" o "de la contaminación acústica ya en 1998".
Por su parte, José Luis López, Director de ACA-Asociación de Ciencias Ambientales, definió la pobreza energética como un "sobreesfuerzo o capacidad de pago de la factura energética" (gastos de climatización, iluminación, cocina, consumo del agua caliente sanitaria, etc.). Su origen es el incremento de precios de los suministros (el tercero mayor de la UE28 en electricidad y el primero en gas natural) y el estado de la edificación, responsable del 17% del consumo final de energía y del 25% de CO2.
Finalmente, durante el acto de los 40 años, Oscar del Río recibió la entrega de una placa conmemorativa de manos de Paloma García, de UNE, Asociación Española de Normalización, en reconocimiento al compromiso de Afelma con la normalización y su participación en los distintos órganos técnicos y en su Junta Directiva.