Las exportaciones de cemento y clinker desde Andalucía se comportaron negativamente en el año 2018, con un descenso del 31%, alcanzando la cifra de 1,6 millones de toneladas.
Este descenso de las exportaciones es debido a la pérdida de competitividad en los mercados internacionales por el incremento de los costes eléctricos y el elevado precio de los derechos de emisión de CO2.
Actualmente, la industria cementera española soporta uno de los costes eléctricos más elevados de Europa, que llegan a superar en un 30% al de algunos países de nuestro entorno. A ello se ha unido el incremento del precio de los derechos de emisión de CO2, que en el año 2018 se han triplicado, pasando de 7,8€/t a 24,6€/t, con una media de coste anual que ronda los 16 €/t de cemento.
Por su parte, el mercado doméstico en Andalucía cerró el año 2018 con un crecimiento del 10,3%, cifra que se ha venido ralentizando desde primeros de año en el que el consumo crecía al 22%, según recoge el último Barómetro del Cemento de Estudios de Oficemen.
En términos absolutos, los 2,5 millones de toneladas que se consumieron el año pasado son cifras muy bajas, similares a las de hace 50 años, y que no palían el comportamiento tan negativo de las exportaciones.