Cuando se cumple un año de su nacimiento, el Observatorio Industrial de la Construcción publica hoy su completo informe de balance sobre el sector en 2018, donde se concluye que la construcción continúa en la senda de la recuperación, pero de forma desigual y con unos niveles muy alejados a los alcanzados antes de la crisis.
En términos generales, la aportación de la construcción al PIB acumula dieciséis trimestres consecutivos de crecimiento interanual, desde el primer trimestre de 2015, y está aproximándose a los niveles que presentaba en 2011. De esta manera, el Valor Añadido Bruto de Construcción respecto al PIB, en el conjunto de 2018, es de un 5,8%, dos décimas más que hace un año.
Entre los indicadores analizados que demuestran la buena racha del sector se encuentran los relacionados con el empleo. La cifra de trabajadores afiliados a la Seguridad Social fue en 2018 de 1.193.573, lo que supone un incremento del 6,7%. Desde el año 2015 se experimentan tasas de variación interanuales positivas, siendo 2018 el año de mayor crecimiento, con cifras cercanas a las del año 2012. Destaca que en el Régimen General, la variación interanual fue de un 9%.
Otro de los datos que confirman el avance en la mejora del mercado laboral viene de la mano de la Encuesta de Población Activa (EPA): el número de ocupados en el sector fue en 2018 de 1.221.800, la mayor cifra desde el año 2011, creciendo un 8,3% con respecto al año anterior.
La buena evolución del empleo estaba acompañada también con cifras positivas de creación de empresas. El número de empresas inscritas en la Seguridad Social en el año 2018 fue de 124.484, con una variación interanual del 4,5% respecto a 2017. Asimismo, el mayor crecimiento se experimentó entre las de 50 a 249 trabajadores, con un aumento del 16,7%, junto con las de 250 a 499 trabajadores, con un subida del 16,4%.
Buenos datos también en licitación, visados e hipotecas
Con respecto a las cifras de licitación de obra pública, el informe recoge una cierta mejoría. Los datos publicados por Seopan muestran que la licitación en 2018 asciende a 16.763,8 millones de euros, lo que supone un incremento del 31,8% en comparación con 2017. Desde el Observatorio Industrial se apunta a que la licitación “debería asentarse en una estrategia pública planificada de creación y conservación de infraestructuras con vocación de continuidad y complementar su financiación con la colaboración público-privada”.
En lo que se refiere a la edificación, y según los datos del Ministerio de Fomento, los visados autorizados de obra nueva para uso residencial en España alcanzaron las 100.733 unidades en 2018, lo que representa un aumento del 24,7%. Sin embargo, durante el año 2018 se registraron en España un total de 345.186 hipotecas sobre viviendas, lo que supone un 10,3% de incremento respecto al año 2017, encadenando cinco años de crecimiento, después de siete consecutivos de bajadas. No obstante, las hipotecas de viviendas de 2018 representan menos de la mitad de las registradas en 2008, concretamente un 41,3%, y el importe medio solicitado es un 11,4% inferior al de 2008.
Retos clave: profesionalización y atraer a los jóvenes
El informe del Observatorio Industrial concluye que para continuar en el camino de crecimiento es necesario afrontar dos grandes retos. Por un lado, la profesionalización del sector. El texto indica que la proporción de trabajadores con un nivel de Educación primaria o inferior se ha visto reducido en los últimos diez años de una forma considerable, y se demuestra que, ya no cualquier trabajador sin cualificación puede acceder al sector, sino que los requerimientos para trabajar en la construcción pasan ahora por la profesionalización.
Sin embargo, el Observatorio alerta de que es urgente mejorar la oferta en la formación profesional reglada, con ciclos formativos conectados con el mercado laboral, que respondan de una forma ágil a las demandas de las empresas y con una proyección laboral interesante para los jóvenes.
El otro de los grandes retos está directamente conectado y se trata de afrontar el necesario rejuvenecimiento de la fuerza de trabajo del sector, atrayendo a los jóvenes. Hace diez años el porcentaje de jóvenes menores de 35 años que trabajaban en el sector era del 42%, mientras que en 2018 ese porcentaje fue del 19%; además, apenas un 9% tiene menos de 30.