Según las previsiones de la Agencia Internacional de la Energía (IEA), la demanda energética se incrementará hasta un 27% antes de 2040, cifra que podría duplicarse si el consumo no incrementa su eficiencia. “Sin cambios significativos en las medidas de ahorro energético, nuestra sociedad no alcanzará el objetivo de reducir los 2ºC fijados en el Acuerdo de París para limitar el aumento de la temperatura. Por consiguiente, la reducción de la demanda de energía es decisiva para frenar el cambio climático, ya que contribuye a reducir en un 40% el total de las emisiones de carbono causantes del efecto invernadero”, afirma Pedro Luís Fernández-Cano, Business Unit Director de ROCKWOOL Peninsular.
Actualmente, los edificios consumen el 30% de la energía mundial y producen el 28% de las emisiones de CO2. Y, aunque ofrecen un potencial de reducción de emisiones de carbono más rentable que cualquier otro sector, se estima que tan solo se explota el 20%, según datos del Informe de Sostenibilidad 2018 elaborado por ROCKWOOL. La rehabilitación de los edificios con materiales aislantes como la lana de roca se perfila como una de las soluciones más económicas para ahorrar energía y, por lo tanto, reducir los gases de efecto invernadero y la contaminación del aire, el mayor riesgo medioambiental para la salud de las personas.
Sin embargo, la mayoría de los edificios existentes en Europa tienen que mejorar las prestaciones y propiedades de su aislamiento. De hecho, un informe de la IEA estima que un 97% de los edificios de Europa necesitan una rehabilitación parcial o profunda para alcanzar los objetivos de sostenibilidad, lo que significa que es necesario duplicar el número de rehabilitaciones antes de 2050.