Su superficie media oscila entre los 60 y 70 m2 y cuenta con una o dos habitaciones, un baño y una cocina integrada en el salón. La buena ubicación y los costes son los grandes atractivos. La inversión comienza por contratar a un arquitecto para la redacción de un proyecto técnico, más el trámite para realizar el cambio de uso del local, que se sitúa en torno a los 2.000 euros. El presupuesto mínimo es de 50.000 euros para una superficie media de alrededor de 65 m2, lo que supone un coste aproximado de 800 euros/m2.
“La reconversión de este tipo de espacios es una gran oportunidad para el comprador o inversor y el sector, que ve cómo la oferta residencial disponible aumenta en otro formato de vivienda poco extendido hasta el momento y que tendrá mucho recorrido en el futuro inmediato”, apunta Carles Rodríguez, CEO y fundador de Global Projects.
El tiempo medio que requiere esta reforma oscila entre los dos y tres meses. Los plazos de las obras se asemejan al de una vivienda al uso, que se sitúa en torno a los 100 días, pero es superior al tiempo necesario en otro tipo de bienes inmuebles: entre 33 y 56 días en el caso de un local y entre 56 y 70 días cuando se trata de oficinas.
Desde 2015 se ha triplicado la demanda, el Ayuntamiento de Madrid ha otorgado más de 778 licencias de este tipo, mientras que en Barcelona, su consistorio ha concedido, sólo en el primer semestre de este año, 116 permisos.